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                    EL ESPIRITU CONTRA LA CARNE

ROMANOS 7:7-25 7- ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8-Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9- Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10- Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11-porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. 12- De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 13- ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. 14- Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado. 15- Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16- Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17- De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18- Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19- Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20- Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21- Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22- Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23- pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24- ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25- Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
1 JUAN 2:15-17 15- No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; 16- porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre sino del mundo. 17- Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
COLOSENSES 3:5-9 5- Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y la avaricia, que es idolatría; 6- cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de la desobediencia, 7- en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8- Pero ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia y palabras deshonestas de vuestra boca. 9- No mintáis los unos a los otros; porque os habéis despojado del viejo hombre con sus hechos.
1CORINTIOS 6:9-11 9- ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10- ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11- Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
APOCALIPSIS 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
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GALATAS 2:20,21
20- Con Cristo estoy juntamente crucificado; y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21- No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
GALATAS 5:16-26 16- Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17- Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18- Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19- Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20- idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21- envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22- Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23- mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24- Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25- Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26- No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
SANTIAGO 4:1-10 1- ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2- Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3- Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4- ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5- ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 6- Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7- Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8- Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9- Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10- Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

GALATAS 6:1, 2, 7-10 1- Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2-Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 7-No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8-Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9- No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10- Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

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